jueves, 31 de enero de 2008

Los blogs


-Esto de tu blog o bitácora (orbital o lunática), Tanis, es la novedad allá en Eden- Me dice Franklin mientras ensaya un aria de Monteverdi.


-No hay nada nuevo en los blogs -le contesto-, pese a lo que diga el entusiasta Casciari (que te recomiendo, es estupendo). Dickens era un bloguero que mantenía extasiados y en suspenso a sus miles de seguidores norteamericanos con sus entregas que enviaba por barco. Pero los posts, por barco o por la red, burdas diferencias tecnológicas al margen, son eso, posts, aunque entonces se llamaban folletines o novelas por entregas.

7 comentarios:

Vanbrugh dijo...

Sin embargo yo creo que la libertad con que cualquiera puede publicarlos, la inmediatez entre el momento de la escritura y el de la lectura, la facilidad del acceso de los lectores y, sobre todo, la posibilidad de comentarlos, son diferencias cuantitativas de tanta importancia que se convierten en cualitativas y hacen de estos folletines electrónicos que son los blogs un fenómeno realmente nuevo, de alcance, para mí como para Casciari, todavía incalculable. Digamos que el folletín ha sufrido una mutación genética que lo convierte en una nueva especie, el blog, igual que el libro impreso supuso, por mutación, un fenómeno nuevo sobre el manuscrito.

Lansky dijo...

Como casi siempre (el "casi" es para guardar las formas) tienes razón. ¿No te resulta tedioso estar siempre en lo cierto?, porque a mí no. De hecho, me gusta

Vanbrugh dijo...

Yo me aficioné a eso de los diez años, edad de mi último error de cierta significación. Y no, no me resulta tedioso. Solo un poco difícil, al principio, aprender a llevarlo con elegante naturalidad, pero ya está superado.

Lansky dijo...

Bueno, bueno: no te crezcas tanto. Varias de las diferencias que señalas o que separarían, pongamos por caso, a Casciari de Dickens y sus métodos no son muy esenciales. Por ejemplo, la interacción con sus lectores: la correspondencia de Dickens señala muchísimas cartas de los consumidores de sus folletines por entregas que le sugerían finales, o matar a tal personaje, etc.etc.

Vanbrugh dijo...

Sí; pero la diferencia sustancial está en que, mientras la correspondencia con el folletinista era privada y solo la leía él, los comentarios al blog son públicos y tienen la misma audiencia que el blog mismo. De hecho, forman parte importante de él.

Lansky dijo...

Por eso Dickens publicó su correspondencia en vida. Era consciente de eso que mencionas. Creo que esa correspondencia sin llegar a otros best sellers suyos, fue un éxito de ventas.

Anónimo dijo...

Sigo sin saber qué es un blog. Supongo que estamos demasiado cerca del objeto a analizar y son otros los que tienen la respuesta. Otra gente, en otro tiempo.