lunes, 14 de enero de 2008

Alcachofas y dignidad


Lyell se ha comido 25 kilos de corazones de alcachohas hervidos al vapor y aliñados con aceite de oliva de la montaña aragonesa, mientras Bosé le cantaba eso de "seré tu amante bandido, corazón, corazón malherido", y ahora padecemos en la cabina nuestros propios gases de efecto invernadero, aunque esa flatulencia no le preocupa a nuestro geólogo, que hace causa común con Newton y hasta predice un próximo periodo glacial: -"mirad las curvas de Mandiones y convenceros, cenutrios (esa palabra se la acabo de enseñar yo)".


Según Bosé-Bocusse, las mejores alcachofas son las de la Ribera navarra y las cercanas de La Rioja, pero Seberg, siempre rivalizando con su homólogo, le ha contestado desdeñosa que las mejores, ella se acuerda muy bien (implantes hipocámpicos) son las de los alrededores de Roma y los "alcahual" argentinos.


Nuestro coordinador, que estaba mirando en internet las páginas de modas y modelos, de pronto explota y nos suelta a todos una linda parrafada:


-"A la bonita, joven y excesivamente delgada muchacha la hacen posar en cuclillas, con una mano agarrotada imitando pobremente eso, una garra, todo para decir previsiblemente que es "felina". ¡Miau!. Es la banalidad de este planeta refitolero y hortera. Como el cantante heavy agarrándose los huevos, casi escalfados bajo la estufa de sus ceñidos pantalones de cuero. Se trata de impostar: el cachas sacando "molla", el macarra, marcando paquete; el intelectual con la manita en el mentón. ¡Impostores! ¡Poses! Sólo que esta estatuaria no es ni de lejos tan espléndida como los discóbolos, Venus y Heracles del pasado clásico. A estos de ahora les falta dignidad, naturalidad y heroismo. Por eso, cuando vemos ademanes auténticos, gestos precisos, sin ostentación, alguien que recoge las redes con modos aprendidos del abuelo, o carga sacos, siega el prado, frunce el ceño al cantar la copla, se abstrae con el violín nos emocionan por su autencidad, que echabamos de menos sin saberlo. Esos futbolistas (me mira a mí, un Zidane no alopécico y políglota) que celebran sus goles con mimos ridículos: acunar al niño, lanzar flechitas...Este mundo necesita que tanto famoso deje de posar. El humo y el agua no posan. No posan las rápidas olas ni las más parsimoniosas nubes ni las lentísimas dunas. ¿Acaso no conocen la diferencia entre un perrito de circo andando sobre sus dos patas traseras y el preciso y sigiloso gato que acecha pájaros? Pregunto. ¿No saben qué es la dignidad de no buscar ser mirado? Ser propenso a las poses, carne de "web cam", es como disecarse uno mismo con hierática taxidermia de críos."


Todos nos hemos callado. Bosé sirve más alcachofas y yo le hago un gesto a Seberg para que haga lo mismo con el blanco de Alella, bien frío.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba rompiéndome el coco a ver si se me ocurría algo medianamente digno que decir, no me salía nada, probé a ver si en mi memoria había algo sobre alcachofas. Tampoco. Y entonces veo el enlace Ama de casa en este blog. ¡Hostia! Ya se me ha nublado la mente por completo. Muy agradecida.

Lansky dijo...

Es cortesía debida, ama de casa

Anónimo dijo...

¿Quieres decir que te sientes obligado? Verás, si me toca la lotería me pongo muy contenta pero si no me toca no pasa nada. No tiene por qué tocarme y es igual de probable que siga jugando, en ambos casos.