lunes, 25 de febrero de 2008



Después de cenar salimos a tomar el no aire, pero sobre todo a contemplar el maravilloso cielo estrellado. Bosé nos sirve unos grogs de ron y leche malteada.



-Como sabéis una galaxia se puede considerar una isla de estrellas en el océano esencialmente vacío del Universo; bueno, de estrellas, gas y polvo que se mantienen unidas por la gravedad y con un halo de materia oscura. Eden, al que los indígenas llaman de forma muy inapropiada Tierra y del que esta luna forma parte, está en lo que ellos llaman Vía Láctea -camino lechoso-, en realidad es fascinante para un lingüista como tú, Tanis, porque "galaxia" procede de la misma expresión en griego que "vía láctea". Desde aquí, en la luna, y desde Eden es una tenue banda luminosa que cruza el cielo, llena de estrellas demasiado débiles y demasiado juntas, la mayoría, para distinguirlas individualmente con los débiles ojos de los terrícolas. Y como casi todas las galaxias, es un disco visto desde un punto de su interior a dos tercios de distancia de su centro. Y eso que los habitantes creyeron durante mucho tiempo que eran el centro de todo: ni siquiera lo son de su galaxia. Tiene 30 kiloparsecs de diámetro y su Sol está situado a 9 kiloparsecs del centro; su espesor, de ahí lo de disco, es de sólo 300 parsecs en los bordes.



Newton calló un momento y yo aproveché para meter baza- ¿En qué se diferencia de la nuestra, Andromeda?



-Oh, la nuestra es la más próxima a la de ellos y como sabes es también de disco. Estamos a 700 kiloparsecs del hogar en este momento, lo que distan estas dos galaxias grandes; ellos nos llaman nebulosa, en la costelación de Andrómeda.



-Había un filósofo terrícola de hace más de dos siglos, Inmanuel Kant -interrumpe Frankyn- que sugirió que tales nebulosas eran sistemas estelares completos más allá de su vía láctea, y eso que el tío era más propenso a elucubrar que a observar. Sólo en el siglo XX los astrónomos de Eden demostraron que era cierto, porque había otros que sugerían que las nebulosas eran zonas donde se formaban las estrellas a partir de nubes de gas. Hubble, astrónomo de los años veinte del siglo pasado con el que han bautizado su chapuza de telescopio espacial, fue el que corroboró a Kant identificando con un primitivo instrumento, un telescopio de 254 cm desde el observatorio del Monte Wilson, que había estrellas individuales en los bordes exteriores de nuestra nebulosa y en el de otras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante foto. Je, je, chapuza de telescopio que tenemos. Qué fácil se ve todo desde ahí arriba, Newton.

Cigarra dijo...

¿Pero qué estaba haciendo yo, que nunca había entrado en esta bitácora espacial? Me pierdo las mejores...

Lansky dijo...

Ya se sabe: las cigarras no vuelan demasiado alto.

Es broma. Gracias por entrar, estás en tu casa.

Cigarra dijo...

Ya te contará AmadeCasa: he dejado una solicitud de empleo en su blog, por si necesitáis una cocinera, o alguien que haga chapuzas de costura o fontanería. Tampoco se me da mal la jardinería... en fin cualquier cosilla para codearme un poco con los tripulantes de esa nave, que parecen gente interesante. Como Cigarra no me atrevo a ir, por si me confunden con una cucaracha. Ya buscaría yo una apariencia mas a tono con mis funciones, como Chus Lampreave o Rafaela Aparicio. ¿Mando un curriculum?