-Oye, Lem, ¿qué es eso del alma del que hablan los sacerdotes terrícolas de todas la religiones? -me pregunta el biólogo Linneo mientras mueve su "camel" de un lado a otro de la comisura de su boca juvenil.
-Es, como diría Newton, uno de esos "números primos" del idioma; o sea, palabras que no se pueden definir.
(Me mira sorprendido y quizá para ocultar su confusión le pide a Bosé que nos sirva unos martinis secos bien fríos, el mío con cebollita, el suyo con aceituna)
9 comentarios:
Estos extraterrestres, tan listos para algunas cosas y tan espesitos para otras...
Vanbrugh, como es debido, mis criaturas se defienden -o se hunden- solas, y no soy yo quien para defenderlas y menos aquí. Pero imagina una civilización, no ya cultura, tan ajena a la nuestra o las nuestras, como para que ese concepto ligado a cierta -sólo "cierta"- forma de trascendencia les sea totalmente ajeno. Creo que el alma, como idea, no tiene porque ser inevitablemente prescrita para entender el mundo o para enfrentarse a lo que nos espera tras la muerte. Tanis opina que tú tampoco eres tan listo a veces, aunque sí la mayoría
No reprocho a Tanis - ni a nadie, líbreme Dios - que no se tome en serio el alma o que no "crea" en ella. Pero sí que, siendo un lexicógrafo competente, afirme en serio que no es posible definirla. Un "renuncio" profesional que solo puedo achacar a que esté cansado, o a que Linneo le caiga gordo y no tenga ganas de charla. Su brillante inicio sobre la potencia metafórica de las lenguas edenícolas me había hecho concebir mejores esperanzas.
A mí, en cambio, el que Tanis diga que el alma es a las palabras un número primo del lenguaje (esto es, divisible sólo por sí misma) me parece un hallazgo, qué quieres.
Sí, habla muy bien de su propia capacidad metafórica, pero muy mal de su capacidad de análisis sobre la humana.
ánima, soplo, vida, humillo espiritual e inmortal. Y pequeño cilindro de madera en el interior del violín. Todas esas cosas sabe Tanis, y yo también.
Tch, tch, tch...
Tanis está exultante, aunque ya le explicado que en el argot vanbrughiano, "tch, tch," no significa lo mismo que en el idioma de su región natal planetaria; esto es: "haz con mi culo lo que desees,mi Señor". De todas maneras está empeñado en invitarte a la nave, creo que anda algo cansado con los cambios de humor de la Seberg.
Empiezan a preocuparme seriamente los fallos de Tanis como lexicógrafo. Quizás necesite unas buenas vacaciones en compañía de la Seberg. O del culo de Linneo, que parece que últimamente le pone más.
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